TRÁQUEA
Bajando por la laringe nos
encontramos con la tráquea, un tubo cartilaginoso
y membranoso que mide entre 10 y 11 centímetros con un diámetro
igual al de tu dedo índice. Sus paredes son bastante resistentes,
gracias a los 20 anillos cartilaginosos que posee. Aproximadamente la
mitad de la tráquea se encuentra en el cuello y la otra mitad
en el tórax.
A la altura del esternón -ese hueso en forma de espada que tienes
en la mitad de la caja torácica- se divide en dos bronquios,
uno derecho y otro izquierdo, que se dirigen hacia los pulmones.
La tráquea está internamente recubierta por una capa de mucosa, que es una continuación de la que se halla en la laringe, y su superficie está revestida de una película de moco, en el cual se adhieren las partículas de polvo que han logrado atravesar las vías respiratorias superiores. Este moco no solo retiene el polvo, sino que además actúa como bactericida.
La tráquea está internamente recubierta por una capa de mucosa, que es una continuación de la que se halla en la laringe, y su superficie está revestida de una película de moco, en el cual se adhieren las partículas de polvo que han logrado atravesar las vías respiratorias superiores. Este moco no solo retiene el polvo, sino que además actúa como bactericida.
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